No, no te has equivocado de blog ni se me ha colado la foto de portada por error.
Como comprobarás si lees este artículo con atención, la estrategia de inversión de la Cartera Permanente tiene mucho que ver con el juego de los Tragabolas.
Tras explicarte por qué abandoné mi estrategia de inversión en empresas de dividendo, muchos me habéis pedido os cuente en detalle la estrategia en la que ahora me baso para invertir, la Cartera Permanente.
Ya publiqué hace unas semanas el estado actual de mi cartera y el objetivo que persigo alcanzar en cuanto a distribución de activos. La mía no es una Cartera Permanente pura, que es la que voy a explicarte hoy, pero intento alejarme de ella lo menos posible.
Debes tener en cuenta que no soy un profesional de la inversión, ni tampoco un gurú de la Cartera Permanente. Simplemente soy un «usuario» de esta estrategia de gestión de patrimonio, pero un usuario con todo el skin in the game que se pueda imaginar.
Conocía esta estrategia desde hace ya muchos años, pero nunca le hice demasiado caso. Tenía una idea preconcebida y equivocada sobre qué era y qué podía esperar. En 2019 me empapé de mucha más información y finalmente abrí los ojos. 👀
Este artículo es una síntesis de lo que he aprendido hasta ahora. Pero estoy seguro de que seguirá evolucionando con el tiempo, aún me queda mucho por aprender sobre la Cartera Permanente
No olvides que lo que leerás a continuación es mi visión personal y no es para nada objetiva. Se basa, en gran medida, en mis propias circunstancias personales y económicas.
Aunque intentaré que la información que doy sea útil a la mayor cantidad de lectores posibles, debes realizar tus propios análisis y tomar tus propias decisiones.
Al final del artículo te proporcionaré más fuentes información para que puedas seguir aprendiendo antes de lanzarte a la piscina.
Índice de contenidos
- Historia de la Cartera Permanente
- Qué es la Cartera Permanente
- Qué rendimiento se puede esperar de una Cartera Permanente
- Para quién es la Cartera Permanente
- Cómo construir tú mismo una Cartera Permanente.
- Cómo gestionar una Cartera Permanente
- Variantes para la Cartera Permanente
- Cómo puedo aprender más sobre la Cartera Permanente
- El Curso de Cartera Permanente
- Conclusión
Historia de la Cartera Permanente
La Cartera Permanente fue ideada por Harry Browne. (1933 – 2006)
Este neoyorkino fue escritor, analista de mercado y candidato a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Libertario en 1996 y 2000.
Harry hizo fortuna en los setenta prediciendo acertadamente la ruptura del patrón oro y la consiguiente revalorización de activos refugio como la plata, el Marco Suizo y el propio oro.
Supo también percibir que no podía depender de la buena suerte para hacer perdurar su patrimonio en el largo plazo.
En 1981 diseñó una primera versión de la Cartera Permanente. Contenía acciones, bonos, cash, oro, plata, francos suizos, bienes raíces y materias primas. Esta estrategia fue descrita en el libro Inflation-Proofing your Investments del que fue coautor.
En 1982 H.B. fue cofundador de un fondo de inversión que implementa hasta nuestros días aquella composición de la cartera.
En 1987 publicó el libro Why the Best-Laid Investment Plans Usually Go Wrong en el que evolucionaba y simplificaba el concepto original de cartera permanente.
Siendo esta segunda versión la preferida por la mayoría debido a su mayor simplicidad y mejores rendimientos. Es la que analizaremos hoy en detalle.
Qué es la Cartera Permanente
Más que una cartera de inversión, la Cartera Permanente es una filosofía de gestión patrimonial.
Browne la diseñó con cuatro objetivos en mente:
- Simplicidad: La cartera debe ser fácil de entender, construir y mantener. Sin necesidad de amplios conocimientos sobre economía o finanzas. Accesible para cualquiera capaz de comprender y aplicar algunas reglas simples.
- Seguridad: Debe proteger el patrimonio pase lo que pase. Estando contemplados los estados económicos de inflación, deflación, recesión e incluso depresión económica.
- Estabilidad: Ha de tener una volatilidad baja o muy moderada, incluso en momentos de alta volatilidad y miedo generalizado en los mercados. Esta calma en medio de la tempestad evitará el pánico en el inversor y el riesgo de desinversión en el peor momento posible.
- Rentabilidad: Obtendrá crecimiento también en cualquiera de las situaciones económicas. Sacando provecho no solo en los momentos de prosperidad, sino también en los de crisis e inestabilidad.
Suena como un ideal imposible de conseguir, la receta soñada por cualquier inversor. Pero Harry Browne halló la clave para crear esta maravilla de la gestión patrimonial.
Para conseguirlo, sabedor de la importancia de la selección de activos a la hora de formar una cartera y también de la imposibilidad de predecir el futuro. Optó por equiponderar cuatro tipos de activos, de manera que en cualquiera de los cuatro estados en los que se puede encontrar la economía, uno o varios de ellos se vieran beneficiados en mayor medida que aquellos que se verían perjudicados por esa situación macroeconómica.
Los cuatro tipos de activos elegidos fueron: La renta variable, los bonos, el oro y la liquidez.
Existen otros, pero estos cuatro son los que capitalizan de forma más extrema los beneficios de los diferentes estados de la economía, tal como te explico a continuación:
- Prosperidad: Momentos en los que el optimismo fluye, los salarios aumentan, los negocios florecen, no hay desempleo, es barato recibir crédito. Durante estos periodos, el caballo ganador es la renta variable, las participaciones en empresas que crecen como si no hubiera techo. También los bonos funcionarán razonablemente bien (pero no tan bien como las acciones) proporcionando beneficios derivados de los intereses.
- Inflación: Ante un exceso de dinero disponible, los productos en el mercado adaptarán sus precios al alza. Se considera una inflación saludable en torno al 2% anual, pero por diversos motivos se puede disparar hasta niveles de doble dígito y causar gran volatilidad. Cuando esto ocurre el dinero fiduciario pierde valor rápidamente y el oro ha sido el refugio de valor más recurrido para protegerse de la inflación, disparándose su precio cuando cunde el pánico.
- Escasez de dinero: Cuando la cantidad de crédito disponible se reduce y, por tanto, el dinero en circulación comienza a escasear, tanto empresas como personas disponen de menos liquidez de la que necesitarían, esto suele llevar una recesión de la economía. En la búsqueda de obtención de liquidez se producen ventas de activos, impulsando su precio a la baja. En estos momentos, la liquidez en cartera ayudará a frenar las caídas de los otros tres activos, y servirá como pólvora seca para comprarlos con descuento. Suele ser una fase rápida y que derivará en poco tiempo a alguno de los otros tres estados de la economía, por lo que la pobre rentabilidad durante esta fase no debería suponer un lastre en el largo plazo.
- Deflación: El precio de los productos y servicios disminuye, los tipos de interés son de facto negativos, llevando a una posible depresión económica. La bajada de tipos impulsa el precio de los bonos emitidos anteriormente, multiplicándose el efecto con la duración del bono. A mayor plazo mayor diferencial agregado. El cash también se verá beneficiado ya que su poder de compra crecerá.
Pase lo que pase, la cartera permanente tiene un plan para salir beneficiada. Pase lo que pase, capturaremos rentabilidad a la vez que, al estar nuestra apuesta muy equilibrada, no sufriremos mucha volatilidad.
Los Tragabolas y la Cartera Permanente
Aquí es cuando te explico el símil con el juego de los Tragabolas. 😄
Podemos entender la economía como un tablero de juego (espacio central) en el que la riqueza (las bolas) se distribuyen y se desplazan de un lugar a otro del tablero en función los golpes (eventos económicos, sociales, geopolíticos, naturales, etc.) a los que se ven sometidas.
Es imposible predecir exactamente cómo afectarán los golpes de los jugadores a la distribución de las bolas en el tablero.
Pero si nos abstenemos de apostar todo a un solo tragabolas (tipo de activo) y, en cambio, recibimos una cuarta parte de las bolas que atrape cada uno de ellos, estaremos asegurándonos, que independientemente de cómo se distribuyan las bolas en el tablero, recibiremos una cantidad sustancial y bastante predecible.
Unas veces serán uno o dos tragabolas los que capturarán la mayor parte de las bolas y sentiremos que es un absurdo haber invertido en tener también los demás, pero un pequeño golpe en la mesa cambiará muy rápidamente las cosas y alguno de los que había estado en ayunas empezará a ponerse las botas.
Este sería el tablero de juego económico y el tipo de activo que se beneficia según donde nos encontremos en cada momento.

Requisitos sobre cada tipo de activo
Para que el sistema funcione tal como se espera de él, los productos financieros a emplear en nuestra Cartera Permanente deben cumplir unos requisitos muy determinados. De no hacerlo así, corremos el riesgo de quebrar el equilibrio de la cartera y echar a perder el buen funcionamiento de la estrategia.
Hay muchas formas de invertir en renta variable, renta fija, oro y liquidez, pero no todas sirven igual de bien para implementar una Cartera Permanente.
Estas son las principales reglas que debemos cumplir a la hora de escoger los productos concretos dentro de cada tipo de activo:
- Renta variable, renta fija y liquidez deben ser del país o zona económica y divisa locales, donde vayamos a vivir y consumir.
- La renta variable debe replicar lo más ampliamente posible las empresas de nuestra economía local.
- La renta fija ha de ser de la máxima calidad crediticia y el máximo plazo de madurez que tengamos disponible.
- La liquidez ha de estar en bonos locales, de muy corto plazo de la máxima calidad crediticia disponible.
- Entre nosotros y el oro debe haber la menor cantidad de intermediarios posible.
Esta sería la implementación más purista y de mayor seguridad de la Cartera Permanente. Como en todo en la vida, entre el blanco y el negro hay escalas de grises. No siempre será posible o práctico seguir todas esas reglas a rajatabla.
Podemos hacer nuestras concesiones, pero siendo conscientes de que cada vez que nos alejamos otro poco de esas premisas más puristas, muere un gatito 😜, y nos acercamos un paso más a estar construyendo algo que se parezca a una Cartera Permanente, pero se trate de otra cosa y el día de la verdad nos llevemos un triste desengaño.
Qué rendimiento se puede esperar de una Cartera Permanente
Nadie puede asegurar al 100% el rendimiento futuro de ninguna estrategia de inversión. Punto.
El único crecimiento seguro, es el que provenga del crecimiento real de la economía. Todo rendimiento extraordinario habrá sido obtenido por la vía de la especulación y, al menos hasta ahora, la estadística juega muy en nuestra contra si queremos batir el mercado en su conjunto de esta manera.
La cartera permanente recogerá este crecimiento real de la economía, ya que, al mantener activos en todo el espectro económico, la riqueza real creada no tendrá cómo «escapar» de nuestra cartera. Puede que se mueva de un activo a otro, pero, en el largo plazo, se verá reflejada en el conjunto de la valoración total de la cartera.
También estaremos protegidos contra la inflación, ya que tendremos los activos necesarios para que esta no erosione nuestra inversión, tanto en periodos de inflación moderada y alta como de deflación.
Es decir, el rendimiento esperado a largo plazo será cercano, al crecimiento real (sobre inflación) de nuestra economía local.
La Cartera Permanente es una estrategia de INVERSIÓN con todas las letras y en mayúsculas, ya que no trata de sacar partido del qué ni del cuándo (dado que el desempeño basado en cualquiera de esos dos parámetros es impredecible), sino que se centra en capitalizar el crecimiento real de la economía en su conjunto.
En mi opinión, esta estrategia tiene el éxito asegurado por el mero hecho de que se basa en algo que no puede mudar, la naturaleza humana. Nuestra especie ha superado todo tipo de adversidades y ha salido reforzada, la resolución de problemas, el crecimiento y la mejora son inherentes a nosotros. Habrá baches, pero los superaremos y seguiremos creando riqueza desde todos los prismas posibles: Intelectual, tecnológico, bienes y servicios, etc. (Si eres un pesimista y esto te rechina, te recomiendo leer Factfulness de Hans Rosling)
Backtesting. Datos de rendimiento pasado
Para determinar si esta cartera es una buena estrategia de inversión o no, es mucho más importante lo que te he explicado en los párrafos anteriores (la filosofía de inversión), que los datos del comportamiento en el pasado (backtesting).
Pero estos últimos, nos ayudan a hacernos una ligera idea de lo que podríamos esperar en el futuro.
Para obtener los datos que voy a darte a continuación he utilizado la web portfolio charts. Esta web maneja datos desde 1970 hasta la actualidad, para diversos países y tipos de activos. Tiene gran reputación entre la comunidad y considero que los datos que proporciona son fiables.
Te mostraré cómo se ha comportado una Cartera Permanente para un inversor USA, España, Reino Unido y Japón desde los años setenta hasta la actualidad.
Tal como ves en la siguiente captura, para un inversor español he considerado el conjunto del mercado europeo, que sería la economía local en este caso.

A continuación, los rendimientos medios y la frecuencia con la que se han dado datos anuales positivos o negativos en cada uno de los cuatro escenarios analizados.
Como ves, los rendimientos medios descontando la inflación han sido de un 5% en el caso mejor (USA) y del 4,1% en caso peor (Japón). Un inversor español se habría quedado en un punto intermedio, 4,5%.
Los siguientes gráficos tienen el objetivo de mostrar la volatilidad máxima y el tiempo de recuperación en los peores escenarios que se han dado.
Observarás que, desde 1970, un inversor inglés no habría visto nunca caídas (de año a año) mayores del 9% y uno japones (caso peor) del 21%.
Entrando en el peor momento imaginable, un inversor americano ya estaría sin pérdidas latentes tras 5 años invertido y uno japonés, tras 13,5 años (considerando el desastre de esta economía en los 90 es una proeza).
Si comparamos ahora el ratio riesgo/beneficio de la Cartera Permanente frente a 17 otras carteras famosas y de altísima calidad, vemos que solo hay una (Pinwheel Porfolio) que ha obtenido un retorno ligeramente mayor, pero a costa de bastante más riesgo. Respecto al resto, la ventaja de la Cartera Permanente ha sido incontestable.
Incluso, ante una Cartera Permanente USA (Permanent Portfolio), siendo español, habría batido por goleada.

En una comparativa más amplia, aspecto por aspecto, vemos que la Cartera Permanente sobresale casi en todos y cada uno de ellos.
Si nos fijamos en este caso en la tasa segura de retiradas (Safe WR), vemos que es la más alta, habiendo podido vivir de la cartera durante 30 años, haciendo reintegros del 4,7% anual.

Observa que, aun obteniendo un rendimiento medio en la parte baja de la tabla (recuerda que son todas excelentes carteras), los demás resultados son muy buenos, incluyendo tanto el retorno a largo plazo como como la tasa de retirada. Esto es debido a la bajísima volatilidad de la cartera.
Para quién es la Cartera Permanente
Para cualquiera que sea capaz de entender las reglas de la estrategia y tenga un horizonte de inversión de largo plazo.
En contra de lo que se suele pensar sobre esta cartera, no creo que se trate de una estrategia solo para personas mayores, retirados, personas muy conservadoras o con mucha aversión al riesgo.
Existe este preconcepto porque se asocia la Cartera Permanente únicamente con la conservación del patrimonio (cosa que hace muy bien) pero no es ese su único propósito. Como has podido ver, ha tenido un rendimiento muy decente en el pasado, quedándose por encima o muy muy cerca de otras carteras mucho más volátiles.
No hace falta estar en la fase de rentista para plantearse invertir de esta forma. Cuanto antes se empiece, antes se aprenderá la manera de funcionar de la estrategia y más baratos serán los inevitables errores iniciales.
Pero, efectivamente, para quienes es todavía más importante no jugársela con otras estrategias más especulativas, es para las aquellos que ya no van a generar patrimonio nuevo. Se puede alcanzar esta situación por innumerables motivos: Jubilación, incapacidad, libertad financiera, etc.
En estos casos, no hay margen para imprevistos y es aún más importante no arriesgar en busca de hipotéticas mayores rentabilidades.
También puede ser especialmente interesante para aquellos que se vean en la situación de invertir un patrimonio relativamente alto en poco tiempo (herencias, premios, venta de negocio, etc.).
Al tratarse de una estrategia con poca volatilidad, no importa tanto el momento que elijamos para invertir. Aunque tengamos mala suerte, las caídas no deberían ser muy grandes.
Cómo construir tú mismo una Cartera Permanente.
Crear tu propia Cartera Permanente puede ser realmente sencillo.
Aunque según va aumentando la cantidad de patrimonio a invertir es conveniente diversificar un poco más y eso va incrementará ligeramente la complejidad.
Esta es una estrategia muy sencilla de comprender de manera superficial. Pero si ahondas un poco más, verás que hay todo un mundo debajo de su aparente simplicidad, que explica el porqué de la composición, los vehículos y los productos a utilizar para construirla.
Si te vas a salir del camino marcado por Harry Browne, más vale que estés entendiendo muy bien por qué y cómo lo estás haciendo. Pequeños cambios pueden hacer que la estrategia deje de funcionar como se espera de ella en el momento menos oportuno.
Pero no te asustes, para construir una Cartera Permanente simple, tan solo necesitarás 4 productos, uno para cada tipo de activo.
Conforme la cantidad invertida sea mayor, puede que ya no te sientas cómodo teniendo esa cantidad en un solo producto y debas empezar a diversificar también dentro de cada tipo de activo. Utilizando productos equivalentes o complementarios.
Voy a darte las premisas que deben cumplir los productos a utilizar en cada tipo de activo, para que puedas reconocerlos tú mismo:
1) Liquidez
Estas son las opciones en orden de idoneidad:
- Deuda local a corto plazo de la máxima calidad crediticia posible (Ahora mismo, Alemania AAA).
- Depósitos bancarios o cuentas a la vista en entidades solventes y con FGD de países solventes.
- Deuda corporativa a corto plazo de alta calidad.
Lo más seguro y lo que nos recomienda Harry Browne es la deuda a corto plazo de alta calidad crediticia. Ante la duda, esta debería ser tu elección.
Pero a día de hoy hay un mecanismo en Europa que no existía en tiempos de Harry, el fondo de garantía de depósitos (FGD).
Tener el dinero en un banco siempre será más arriesgado que tenerlo en forma de deuda gubernamental AAA. Cualquier banco europeo quebrará antes que el gobierno de Alemania. Pero como inversores particulares tenemos el respaldo del FGD.
En ese caso, para perder todo o parte del dinero depositado en un banco, tendrían que pasar dos cosas: Que quiebre el banco y que el FGD no cumpla con sus funciones.
El FGD será tan solvente como el país detrás de él. Por tanto, a la hora de depositar nuestra liquidez en un banco, será importante tener en cuenta tanto el grado de solvencia del banco como el del país que hay detrás del FGD.
En cualquier caso, esta es una ventaja que tenemos como inversores particulares y con la que podemos arañar un extra de rentabilidad a nuestra liquidez (entre un 1% y 2% extra anual) sin disparar los riesgos.
Si la cuantía en liquidez es grande deberías pensar en repartirla entre varios bancos y/o combinar con productos de renta fija a corto plazo.
2) Renta fija
Harry Browne nos dice que debemos comprar bonos gubernamentales de la mayor duración disponible y la mayor calidad crediticia existente.
En estos momentos y para Europa, esos serían los bonos Alemanes a 30 años.
Este bono lo puedes comprar directamente (en Interactive Brokers, por ejemplo) pero lo deberías vender cuando pasen unos 5 o 6 años y comprar el de mayor duración que esté disponible en ese momento.
Esta rotación podría suponer aflorar ganancias en un momento que no te convenga fiscalmente. Pero también es lo más seguro (0 intermediarios) y lo más barato (0 gastos de mantenimiento).
La alternativa sería comprar un ETF o Fondo que invierta en este tipo de deuda.
La ventaja es que el equipo gestor del fondo se encargará de hacer el rolado de la deuda y tú no tendrás que preocuparte ni tendrás que vender por ese motivo. Lo malo es que añades un intermediario y que tendrás que pagar un % anual de gastos del fondo/ETF.
3) Renta variable
Lo ideal para esta estrategia es invertir en renta variable de forma indexada, réplica física y con la representación más amplia posible el mercado de valores local.
Será preferible un fondo/ETF que replique el MSCI EMU (Unas 250 empresas), que uno que replique el Euro Stoxx 50 (50 empresas).
Mejor si es de acumulación y con sede en Irlanda (ISIN IE). Por eficiencia fiscal. Aquí nos explican los porqués.
Si no encuentras un producto que cumpla con todo, tendrás que hacer algunas concesiones.
4) Oro
Existen tres maneras de invertir en oro válidas para la Cartera Permanente: Monedas de oro, BullionVault (o similares) y los ETCs de oro.
Monedas de oro
La forma más purista de invertir en este activo sería comprando monedas de oro y custodiándolas tú mismo. Cero intermediarios.
No obstante, esto no es ni lo más práctico ni lo más barato, pero sí te ofrece un nivel de seguridad extra y deberías planteártelo si la cantidad invertida en Cartera Permanente es relativamente grande.
Quizás, en vez de custodiarlo en tu propia casa, puedes pagar por una caja fuerte o un servicio de custodia.
BullionVault
La segunda opción sería utilizar un servicio de compra y custodia online. El que yo uso y me da toda la confianza es BullionVault.
La ventaja de esta vía es que estás comprando oro físico de forma más fácil y barata que comprando directamente las monedas. Además, puedes elegir tenerlo en diferentes lugares del mundo (diversificación geográfica) e incluso pedir que te lo envíen a casa si así lo deseas.
He analizado BullionVault en profundidad y te explico todos sus pros y contras en este artículo.
ETCs de oro
Por último, la opción de mejor precio y mayor liquidez para invertir en oro. Se trata de los ETCs de réplica física de oro.
Son fondos cotizados que puedes comprar y vender como cualquier otra acción y en los que tu inversión está respaldada por oro. Ojo, no tendrás oro como tal, tendrás una deuda cupón 0 respaldada por oro físico.
Esta es una forma muy cómoda y barata de exponerte al mercado del oro con muchas garantías, pero en la que la «distancia» entre tú y el oro es bastante mayor que en las otras dos opciones.
Como te dije al principio, no he indicado productos concretos porque el artículo quedaría desactualizado en poco tiempo.
Cómo gestionar una Cartera Permanente
Ahora que ya conoces cuáles deberían ser los ladrillos para construir tu Cartera Permanente, el siguiente paso es saber cómo utilizarlos para darle forma, mantenerla y, finalmente, vivir de ella.
1) Cómo hacer aportaciones
En caso de que ya tengas una cantidad de dinero que quieras invertir, puedes optar por hacerlo con todo de golpe (all in) o repartir las aportaciones gradualmente durante un tiempo.
Teóricamente sería mejor que hicieses un all in y empezases a beneficiarte de la protección y el crecimiento de la Cartera Permanente desde el primer momento.
Pero, en la práctica, yo creo que esta no es la mejor opción para la mayoría. En primer lugar, si es tu primera Cartera Permanente, quizás todavía no tienes total seguridad de que los productos y brokers que has sean los mejores. Si inviertes todo de golpe y después tienes que cambiarlos, esto penalizará tu rentabilidad.
En cambio, si haces aportaciones graduales, tendrás tiempo de ir optimizando la estrategia mientras las vas construyendo. Nada enseña más que tener tu dinero invertido.
Si la cantidad a invertir es grande, aunque la volatilidad de la cartera debería ser baja, puede ser preferible sacrificar un poco de rentabilidad e ir haciendo aportaciones graduales, para reducir la probabilidad de tener muy mala suerte con el momento elegido.
Para aportaciones periódicas provenientes del ahorro, lo ideal es ser consistente e invertir cada mes la cantidad que hayamos decidido dedicar a la inversión. O cada varios meses si las cantidades son demasiado pequeñas, y así reducir las comisiones.
Estas aportaciones irán al activo que se encuentre más rezagado en ese momento concreto. Es decir, si los pesos en el momento de aportar son 30% – 25% – 25% – 20%. Aportaremos al activo que se encuentre con un peso de 20%. O, si ya están equilibrados, a los cuatro a partes iguales.
De esta forma, aprovecharemos las aportaciones para retrasar el momento de tener que vender para rebalancear. Así diferiremos el pago de impuestos un poco más.
2) Cómo rebalancear
Una vez construida, cuanto menos caso le hagamos a nuestra cartera, mejor.
Aun así, personalmente considero que la frecuencia mínima de revisión debería ser de una vez al año y la máxima, de una vez al mes (yo reviso mis cuentas una vez al mes).
Cuando hagas esta revisión, verás que el peso de los cuatro activos va oscilando. Si los pesos se descompensan demasiado, la cartera estará volviéndose cada vez más arriesgada, ya que será más sensible a unos activos que a otros.
Si en algún momento, alguno de los activos llega a pesar por encima del 35% o por debajo del 15% del total de la cartera, habrá llegado el momento de hacer un rebalanceo.
El rebalanceo consiste en volver a equiponderar (25%x4) los pesos de los cuatro activos. Vendiendo las partes proporcionales de aquellos que se hallan por encima del 25% para comprar en aquellos que se hallan por debajo del 25%.
No voy a entrar al detalle de por qué son las bandas del 35% – 15% las elegidas. Son las que en su día sugirió Harry Browne y hay bastante consenso en que siguen siendo las óptimas.
3) Cómo hacer reintegros
Llegado el día en que ya no aportes más a tu cartera, sino que te dispongas a vivir de ella, simplemente tendrás que utilizar para tus gastos la parte del 25% de liquidez que tienes en tu cartera.
Cuando la ponderación de este activo baje hasta el 15%, habrás tocado la banda inferior de rebalanceo y deberás vender aquello que esté más ponderado para volver al 25% inicial en todos los activos.
Para no quedarte sin dinero antes de tiempo, deberás decidir qué cantidad vas a retirar cada año de la cartera. Esta cantidad será un porcentaje anual sobre el valor total invertido. Hay dos enfoques de cara a decidir cuál será este porcentaje.
Deberás elegir entre gastar de manera que tu cartera nunca se agote (aunque vivas 150 años) y pueda pasar en plena forma a tus herederos o, gastar un poco más aún a costa de ir reduciendo también el principal de la cartera, pero calculando para nunca llegar a quedarte sin dinero antes de tiempo.
A estas dos estrategias de gasto se las conoce respectivamente como PWR (Perpetual Withdrawal Rate = Ratio de desinversión perpetuo) y SWR (Safe Withdrawal Rate = Ratio de desinversión seguro).
Las cantidades o porcentajes exactos no podemos conocerlos con seguridad, porque como ya sabes, dependen de un futuro incierto. No obstante, en portfoliocharts.com puedes hacer algunas simulaciones basadas en datos pasados y ver los PWR y SWR que hubieran resultado.
Para facilitarte la labor, he simulado los resultados de un inversor español con cartera europea y SWR de 40 años.

El PWR habría sido del 3,2% y el SWR, para 40 años de vida rentista, del 4,2%. Es decir, aún a quien hubiera invertido en el peor momento desde 1970 le hubieran salido bien las cuentas con estos ratios de gasto.
Variantes para la Cartera Permanente
Si una cosa estoy viendo gracias a interactuar mucho con la comunidad interesada en esta cartera, es que casi nadie es capaz (me incluyo) de ceñirse a las reglas originales y más puristas que diseñó Harry Browne.
Todos terminamos dándole nuestro toque particular. Cada cuál aduciendo unos u otros motivos.
Creo que está bien adaptar la cartera a nuestras necesidades, pero tocar algo que funciona conlleva riesgos.
No voy a entrar en profundidad a analizar cada una de las variantes, simplemente voy a citar las que he identificado hasta ahora. Quizás, en el futuro escriba un nuevo artículo explicando algunas de ellas si veo que puede ser de interés.
- Cartera Permanente Mundial: Utilizando RV mundial en vez de local.
- Golden Butterfly: Sobreponderando RV con Small Caps.
- Cartera ¡alfinlibre!: Mundial con múltiples carteras permanentes locales.
Si tienes dudas no te aconsejo ninguna de estas opciones. Tu elección debería ser una Cartera Permanente lo más alineada posible con la diseñada por Harry Browne.
Cómo puedo aprender más sobre la Cartera Permanente
He intentado cubrir todos los aspectos relevantes de la estrategia. Pero aún quedaría mucho más por explicar. The devil is on the details.
Si lo que has leído ha resonado contigo, pero te sabe a poco y quieres profundizar más, aquí te dejo los mejores recursos que conozco para que puedas hacerlo por tu cuenta.
Esta masterclass de tres horas que hice junto a Rafa Ortega. (También la tienes en formato podcast más abajo).
Libros
- Fail Safe Investing – Harry Browne
- The permanent portfolio – Craig Rowland y J.M. Lawson
- La Cartera Permanente – Craig Rowland y J.M. Lawson (En castellano)
Podcast
- The voluntary life – Jake Desyllas
- Podcast ¡al fin libre! – Masterclass Cartera Permanente 1/2
- Podcast ¡al fin libre! – Masterclass Cartera Permanente 2/2
El Curso de Cartera Permanente
Por si fuera poco con todo lo que has podido leer en este artículo, también he creado un curso completo sobre inversión en Cartera Permanente.
Más de 20 horas de contenido y varias herramientas que te llevarán de Zero a Cartera Permanente, aunque no tengas conocimientos previos en inversiones (especialmente si ese esa es tu situación).
En este artículo he explicado los porqués de crear el curso y los beneficios que puede aportarte.
A través de la imagen que tienes más abajo puedes acceder directamente a la página de portada del curso dónde verás los detalles la propuesta (temario, herramientas, etc).
Solo abro plazas un par de veces al año. Si lo encuentras cerrado, suscríbete a mi lista de correo para enterarte cuando vuelva a abrirlo.
Conclusión
Espero que este artículo te haya servido al menos para hacerte una idea sobre las bases de la Cartera Permanente como filosofía de inversión y sentar las bases para seguir indagando por tu cuenta.
Creo que queda claro que a mí la Cartera Permanente me ha robado el corazón 🧡. Desde que dejé mi cartera de dividendos y empecé a invertir de esta manera (aunque con una implementación propia) estoy mucho más tranquilo.
Sin ir más lejos, ya ha pasado la primera prueba de fuego con el coronavirus, y el resultado no podía haber sido mejor.
He adoptado la estrategia con la visión del muy largo plazo, y seguiré compartiendo aquí, y en mis boletines, todo lo que vaya aprendiendo sobre ella.
Si te interesa, sigue atento y hazme llegar también tus dudas, ideas y sugerencias.
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