Cada vez tengo más claro que leer libros de no ficción es una de las actividades con mejor relación coste/beneficio que puedes realizar.
Entendiendo por coste, tanto el tiempo como el dinero invertido. Y por beneficio, no solo el económico si no el vital, el enriquecimiento en sabiduría que impactará positivamente en tu éxito como ser humano.
Por eso, desde que dejé de trabajar para otros, leer es una de las actividades a la que dedico tiempo diariamente.
Como en todo, a veces aciertas y a veces no tanto, lo mismo pasa con los libros, a veces te cambian la vida y otras pasan bastante desapercibidos.
Si hoy estoy escribiendo este artículo es porque he terminado de leer uno de esos libros con el poder de cambiarte la vida.
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey es ya uno de mis libros favoritos. Y tengo la certeza de que lo volveré a leer varias veces a lo largo de mi vida.
Creo también, que cuando pasa por tus manos un libro tan importante como este, no es buena idea pasar inmediatamente al siguiente. Más no es mejor.
Es por eso que he querido escribir este post, para rumiar 🐮 de nuevo todo lo leído, reflexionar sobre ello, sintetizar conceptos y fijarlos en mi cabeza.
Y ya de paso, intentar darte un empujoncito para que te animes a leerlo si es que no lo has hecho ya.
Estoy seguro de que lo que explica te servirá, independientemente del momento vital en el que te encuentres, en crisis o en un momento de plenitud. Asimilar los conceptos y el sistema que propone Stephen Covey mejorará tu vida o te ayudará preservar ese buen momentum.
Si un libro escrito hace veinte años todavía perdura, se ha traducido a 52 idiomas y ha vendido más de 25 millones de copias, será por algo.
Creo que sólo faltábamos tú y yo por leerlo. 😄
Índice de contenidos
- El paradigma de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
- Hábito #1 – Sé proactivo
- Hábito #2 – Comienza con el fin en mente
- Hábito #3 – Prioriza las tareas importantes
- Hábito #4 – Piensa Win/Win
- Hábito #5 – Busca primero entender y después ser entendido
- Hábito #6 – Genera sinergias
- Hábito #7 – Afila la sierra
- Conclusión
El paradigma de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
En esencia, lo que Stephen pretende hacernos ver en este libro, es que en las últimas décadas ha prosperado un paradigma de éxito que es erróneo, basado en que alcanzar el éxito consiste en ser capaz de mostrar hacia afuera los símbolos que caracterizan a una persona exitosa.
Lo que viene a ser, tener una imagen pública excepcional, muchas interacciones sociales, una apariencia de riqueza, títulos que muestren a los demás cuánto sabemos, etc.
Es decir, un enfoque desde afuera hacia adentro. Trabajaremos para crear cosas, bienes, relaciones, logros que mostrar y una vez conseguidos, eso nos convertirá en personas exitosas.
Con el pequeño problema de que esto es falso, es como construir un castillo de naipes. 🃏 Tiene la forma, parece un castillo, pero carece de los cimientos y la estructura que le permitirá permanecer en pie cuando lleguen los problemas.
Como alternativa, el autor propone un paradigma opuesto, basado en un enfoque que emana desde dentro hacia afuera. Que es precisamente el que se utilizaba desde la época de la ilustración, pero que, por algún motivo, cayó en el olvido.
A través de este modelo trabajaremos primero en la integridad personal, en nosotros mismos, para crear unos fundamentos sólidos. Este paradigma fomenta valores como la humildad, la integridad, la modestia o el valor.
Una vez hayamos alcanzado la llamada «victoria privada», que se busca a través de los tres primeros hábitos, habremos conseguido pasar de un estado de dependencia a uno de independencia. Y podremos ponernos a trabajar en los siguientes tres hábitos, que nos llevarán a un estado superior de interdependencia, en el que aprovecharemos el efecto multiplicador de generar sinergias con otras personas. La «victoria pública».
El modelo que te acabo de explicar se resume en este gráfico:

Hábito #1 – Sé proactivo
Puedes dividir el mundo en dos zonas, la de las cosas que puedes controlar y la de las que están fuera de tu alcance. Llamaremos a estas dos zonas, círculo de preocupación y círculo de influencia.
Dentro del círculo de preocupación se ubicarán cosas como el clima, la política, la economía, lo que la gente piensa sobre ti, las opiniones de los demás, etc.
Dentro del círculo de influencia tendremos tu actitud, tu educación, las habilidades que has aprendido, tus hábitos, tu entusiasmo, etc.
Basándonos en esto encontraremos a dos tipos de personas: Las reactivas y las proactivas:
Las personas reactivas reaccionan a eventos que están fuera de su control, se quejan y se lamentan sobre estos eventos o sus sobre sus circunstancias personales, están continuamente frustradas esperando un cambio que puede o no suceder, y sobre el que poco pueden hacer porque no depende de ellas.
Las personas proactivas tienen claro que sus decisiones dominan su vida, no sus condiciones. No se lamentan sobre cosas que no pueden controlar y toman acciones para mejorar aquellas sobre las que sí tiene el control. Tienen claro que hay ciertas situaciones que no pueden controlar pero saben que en esos caso, sí pueden elegir su reacción ante ellas.
Ante una situación de fracaso, la persona reactiva culpará a agentes externos, ubicados en su zona de preocupación, mientras que la persona reactiva asumirá responsabilidades y buscará la manera para mejorar y sortear el problema usando los medios a su alcance.
Si solo vas a implementar uno de los 7 hábitos debería ser este, ya que por si solo, este cambio de mentalidad puede tener un impacto enorme en tu vida.
Hábito #2 – Comienza con el fin en mente
Cuando estés en el lecho de muerte, ¿cómo te gustaría que se te recordara? o ¿qué te gustaría ver cuando mires atrás? Lo que estás haciendo ahora ¿te está llevando en ese camino?
Una de las capacidades cognitivas que nos hace unos animales tan especiales es la de poder crear en nuestra mente escenarios futuros. Esto nos permite, mediante prueba y error «mental», elegir mejor nuestras próximas acciones.
Creamos todo dos veces, primero en nuestra mente y después en la realidad. Debemos utilizar esta capacidad en nuestro beneficio y visionar hacia dónde nos van a llevar nuestras acciones presentes de forma que podamos pivotar cuanto antes si esa dirección no es la correcta.
Stephen Covey utiliza el símil de una escalera apoyada en un árbol 🌴 en una selva.
Puede que te estés esforzando muchísimo en subir por la escalera y que estés subiendo muy rápido, pero, ¿te has parado a pensar si la copa del árbol en el que está apoyada tu escalera es la que quieres alcanzar? Porque es a la copa de ese árbol a la que llegarás si sigues subiendo esa escalera y serán sus frutos los que recogerás.
Es más, puede que no solo te estés equivocando de árbol sino de selva, y se por eso por lo que no encuentras ningún árbol que sea el ideal para ti.
Necesitas definir tu misión personal porque si no tienes una estarás siguiendo la que alguna otra persona ha decidido para ti.
Hay varios tipos de propósitos vitales que suelen determinar hacia donde centra sus esfuerzos cada persona: Pareja, familia, dinero, trabajo, control, placer, amigos, enemigos, culto…
Aunque pudiera parecer que unos son buenos y otros malos, la realidad es que centrar tu vida en cualquiera de estos propósitos no te conducirá a ser una persona altamente efectiva porque todos ellos se apoyan en factores externos.
El mejor modelo es centrar tu propósito en tus principios. Que serán algo inalterable y totalmente bajo tu control y desde donde emanará todo lo demás.
Por eso es muy importante definir dichos principios sobre los que se sustentará tu misión de vida.
Hábito #3 – Prioriza las tareas importantes
Con el segundo hábito habrás creado el modelo mental, la misión, la dirección. Con el tercero es hora de llevar todo eso a la realidad, de implementarlo.
Hay diferentes niveles de tipos de gestión del tiempo. Todo lists, agenda, time blocking, pero el más elevado es categorizar las tareas en función de su importancia y su urgencia.
Este método da como resultado la siguiente matriz de cuatro cuadrantes, llamada Matriz Eisenhower:

En el cuadrante I tenemos aquello que es urgente e importante, no nos queda más remedio que atenderlo personalmente y de inmediato.
En el cuadrante II es donde deberíamos centrar la mayoría de nuestros esfuerzos, son aquellas tareas que nos proporcionarán mayores retornos en el largo plazo.
Sin embargo, es el cuadrante donde más dificultades tenemos para permanecer, porque las tareas que se encuentran en este cuadrante no generan tanta satisfacción inmediata como las tareas de los otros cuadrantes.
En el cuadrante número III tenemos tareas que son urgentes pero no importantes y que deberíamos tratar de delegar para que no nos quiten tiempo en el cuadrante II.
En el último cuadrante se ubican todas aquellas actividades con las que rellenamos nuestras vidas: TV 📺, redes sociales y en general actividades que entretienen pero no aportan nada, solo nos restan tiempo y, por tanto, debemos minimizarlas.
Hábito #4 – Piensa Win/Win
Existen seis tipos de relaciones interpersonales.
Win/Lose – Lose/Win: Asume que siempre que una persona gana otra debe perder, es un enfoque que muchas personas entiende como el único posible. Los resultados de aplicarlo no son los mejores ya que tiene como base una mentalidad de escasez.
Lose/Lose: Todos pierden. Suele darse como resultado de un sentimiento de odio o venganza. Como por ejemplo en un mal divorcio, en el que ambas partes terminan perdiendo.
Win: Siendo estrictos no es un tipo de relación, es símplemente un individuo consiguiendo lo que quiere sin interacción con otras personas.
No Deal: No hay un acuerdo, por tanto nadie pierde, pero también nadie gana. Puede ser una buena salida si la única alternativa es un Lose/win o un lose/lose.
Win/Win: Es el tipo de relación que debes buscar. Se basa en una mentalidad de abundancia. Es posible establecer relaciones en las que ambas partes salen ganando. Estas relaciones son las más fuertes, duraderas y beneficiosas. Las que crean verdaderas sinergias entre individuos y colectivos.
La compra de un libro es una clara situación de Win/Win. El escritor plasma una gran cantidad de conocimiento en un libro una vez, pero lo venderá N veces. El comprador recibe todo ese conocimiento, adquirido tras años de experiencias por parte del escritor, por un precio muy reducido. ¡Todo el mundo gana!
Si no es posible establecer una relación win/win lo mejor es tomar la salida del no deal.
Hábito #5 – Busca primero entender y después ser entendido
Mantenemos una «cuenta bancaria» emocional con cada persona que nos relacionamos. Escuchando, entendiendo, empatizando con la otra persona la iremos nutriendo. Eso creará confianza y, eventualmente, permitirá a la otra parte abrirse a ti.
Solemos ver el mundo desde nuestra propia perspectiva y tratamos de ayudar usando nuestra visión, pero tenemos que darnos cuenta de que cada persona tiene una situación diferente, fruto de un contexto y unas experiencias únicas que la han llevado hasta ese punto.
Por tanto, pueden existir varias posturas correctas frente al mismo problema, derivadas de acometer dicho problema desde distintas perspectivas.
Debemos escuchar primero, con la intención de entender, no con la intención de responder.
Una vez hayamos entendido el problema, observándolo desde la perspectiva de nuestro interlocutor, y si recibimos la petición de consejo o ayuda, es cuando podremos lanzarnos a hacerlo.
En ese momento ya tendremos la atención y la confianza de la otra persona y además habremos comprendido la naturaleza real del problema.
Esto aplica en cualquier tipo de relaciones, tanto personales como profesionales.
Hábito #6 – Genera sinergias
La suma de las partes es mayor que el valor individual de cada una de ellas.
Suelo poner el ejemplo de una palo y un trozo de metal. Por separado son de escaso valor, digamos 1, pero si los unimos y creamos un martillo el resultado no es la suma de las partes, no es 2, si no mucho mayor.
Esto ocurre también con las personas. En lugar de ver las diferentes actitudes, habilidades y maneras de enfocar la vida de otras personas como algo malo por el mero hecho de ser diferentes a las tuyas, deberías verlo como algo positivo.
Esas diferencias, cuando se colocan juntas de la manera adecuada pueden dar lugar a algo mucho más grande que lo que podría generar cada una de esas personas por separado.
Esta es la manera más potente de generar valor y conseguir cosas increíbles, aprovechando el potencial de varias personas trabajando juntas, aprovechando sus diferentes fortalezas para conseguir un objetivo común.
Dominar cinco primeros hábitos es lo que te permitirá llevar el sexto hasta su máxima expresión.
Hábito #7 – Afila la sierra
Stephen pone el ejemplo de una persona serrando un árbol. Es una labor ardua y le llevará 6 horas terminarla al ritmo que lleva. Cuando se le sugiere parar un rato para afilar la sierra para después avanzar mucho más rápido, la respuesta es que no tiene tiempo de parar para hacerlo.
Solemos estar tan enfocados en aquello que estamos haciendo, en subir la escalera que hayamos elegido o en la que nos hayan colocado, que «no tenemos tiempo» para pararnos un momento, observar y prepararnos de la mejor manera antes de continuar.
En nuestras vidas, nosotros somos la sierra, y debemos parar regularmente para afilarla. Cuatro aspectos son los que tenemos que cuidar:
- 💪 Fisico: Hacer ejercicio, comer bien, dormir suficiente.
- 🧘 Espiritual: Misión, ética, autoconocimiento, meditación.
- 🧠 Conocimiento: No parar de aprender, explorar, enseñar.
- ❤️ Social: Nutrir las amistades, familia, pareja.
Mantener afilada la sierra, aunque nos suponga cierto tiempo diario, será la base para poder poner en práctica el resto de hábitos con los mejores resultados.
Conclusión
Hay muchos libros sobre crecimiento personal, todos te enseñan algo, pero es difícil encontrar uno que te de un método tan completo, lógico y robusto como sí hace Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.
He intentado extraer la esencia del libro de una manera breve, pero no soy Stephen Covey, y no hay nada como leer el libro original. Además, contiene ideas tan potentes pero tan complicadas de dominar que no sirve con una sola lectura.
Si lo que has leído ha resonado contigo, te aconsejo que leas el libro. Será una buena inversión. Un Win/Win «de libro» 😉
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Comentarios: ¿Has leído este o algún otro libro de Stephen Covey? ¿Qué te han parecido?
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