Con unos cuantos meses de retraso publico la prometida segunda parte del post. (Si aún no has leído la primera parte, puedes hacerlo siguiendo este enlace).
En general, la mayoría son ventajas al alcanzar la libertad financiera, pero un cambio tan drástico en el estilo de vida no iba a llegar sin algunos problemas. He experimentado varios en mis propias carnes.
En el primer post compartí contigo los que he denominado «internos». Refiriéndome a que se desarrollan dentro de tu propia mente y requieren de una lucha contigo mismo para superarlos.
En este segundo post voy a centrarme en los que he llamado «externos». Es decir, vienen derivados del comportamiento de terceros, y, por tanto, la solución no dependerá solo de ti.
Personalmente, y viéndolo ahora con un poquito más de perspectiva que cuando escribí el primer post, es mucho más duro lidiar con los retos internos que con los externos.
A día de hoy, tras tres años desde que dejé mi trabajo y cerca de año y medio desde que paré de viajar, creo que he avanzado bastante en el buen camino, pero no considero que los tenga totalmente dominados. Aún queda trabajo por hacer.
He identificado tres tipos. Veámoslos uno por uno.
Índice de contenidos
1) Organismos públicos
El sistema está afinado para que funcione «bien» con la mayoría de los ciudadanos, los que hacen las cosas de la manera habitual.
Si has alcanzado la libertad financiera, me temo que no eres una de esas personas. 😊
Me voy a inventar los números, pero seguro que no me equivoco mucho diciendo que formarás parte de un diminuto grupo de la población. Quizás seas solo uno entre cada diez mil (un 0,01%), o incluso menos.
Es normal que los funcionarios no estén acostumbrados a lidiar con casos como el tuyo. Habitualmente hacen las cosas de otra manera.
Y claro, lo que está bien para el 99,99% de la gente, puede no estar bien para ti.
Para regularizar mi situación de regreso a España tras tantos años en el extranjero he tenido que acudir en diversas ocasiones a los organismos públicos.
Varias veces me he encontrado con problemas y retrasos innecesarios debido a sus dificultades para comprender mi situación y estilo de vida “un tanto especial”.
Mi consejo para esquivar problemas de este tipo es el de siempre: parecer “normal”, mimetizarte en la medida de lo posible con el resto de los ciudadanos; no faltar a la verdad, pero simplificar en lo posible la historia que cuentes para que encaje con lo que ese funcionario o empleado escucha habitualmente.
Así evitarás problemas y más preguntas de la cuenta, que pueden terminar en que todo se alargue mucho más de lo necesario. Como me ocurrió a mí.
2) Reputación
En el círculo de la gente que sabe algo sobre independencia financiera tu reputación será, por lo general, buena. Aunque siempre habrá quien dudará de ti y de la veracidad de tu historia.
Para tener una buena reputación entre estas personas, lo mejor es acompañar con hechos lo que dices que has conseguido.
Se puede alcanzar la libertad financiera y seguir trabajando, claro que sí, pero si sigues en un trabajo del que no paras de quejarte, nadie creerá que tu libertad sea real.
Dar el salto es una acción importante de cara a mantener una buena reputación entre este colectivo.
Pero siempre, lo más importante es que tú estés convencido de tus actos, no tienes obligación de demostrar nada a nadie.
Con tus mejores amigos serás capaz de explicarlo y, les guste más o menos, lo aceptarán. Con ellos tu reputación ya está ganada. Aunque si eres coherente con lo que predicas, mejor que mejor.
Con conocidos, desconocidos y nuevas amistades las cosas ya se pueden empezar a poner más complicadas.
Por lo general, dudarán mucho de tu estilo de vida, puede que piensen que eres un especulador, un loco o simplemente un vago que no quiere trabajar (aunque nadie te lo dirá, claro). Y ninguna de esas opciones es buena para tu reputación.
La gran mayoría de las personas considerarían un sueño hecho realidad no tener la obligación de trabajar para poder sustentar su estilo de vida.
Pero lo ven tan inalcanzable, que cuando alguien les dice que es precisamente eso lo que ha conseguido, no le creerán, desconfiarán.
No se les puede culpar, estamos programados para funcionar así, para desconfiar de lo raro, es algo innato. Pero también es un gran contratiempo para poder encajar en la sociedad una vez has dado el salto.
Muchas personas no sabrán dónde ubicarte socialmente y eso puede penalizar tu reputación. Simplemente, no encajas en el modelo de éxito aceptado por una gran mayoría.
Esto te puede afectar bastante:
- A ti personalmente. Es duro psicológicamente que haber conseguido un gran sueño, realmente difícil de hacer realidad y deseado por tanta gente, tenga el resultado de que la gente desconfíe de ti 🤷. Y eso puede dificultar que aprecies el gran hito que has logrado.
- En tu día a día. Esta desconfianza y baja reputación tendrá consecuencias en algunos ámbitos de tu vida. Si alguien piensa que eres un vago, puede no tener muchas ganas de emplearte en una actividad que te apetecería hacer para experimentar. O si piensan que eres un especulador bursátil quizás no te tomen muy en serio cuando les des consejos sobre finanzas.
Como con muchos de los otros puntos, lo mejor es intentar encajar en un modelo social conocido para esas personas y solo ir desvelando los detalles a medida que la relación avance o te vayan dando la oportunidad de explicarlo adecuadamente.
3) Amistades
Tu nuevo estilo de vida no encajará con el de la gran mayoría de las personas a tu alrededor, incluidos tus amigos. A menos que hayas trabajado en ello y ya tengas un buen puñado de amistades que son IF.
Esto, de nuevo, se traduce en algunos contratiempos.
En mi caso no ha sido algo notable, soy afortunado. Pero tengo algún amigo IF que sí ha perdido varios amigos a raíz de haber alcanzado la libertad financiera. Imagino que por una mezcla de envidia y diferencia de prioridades. 🤯
Lo que sí te pasará seguro, es que perderás mucha relación con tus amigos del trabajo. Ya no pertenecerás a esa manada y, por tanto, vuestros caminos se separarán irremediablemente.
En cuanto a las nuevas amistades. Tendrás el problema de la desconfianza inicial y de la dudosa reputación que podrías llegar a tener por el mero hecho de no ser un típico peón del sistema.
Para lidiar con estos problemas, lo ideal es que vayas rodeándote de personas que entienden en qué estás metido. O al menos, que sean de mente abierta.
Te ayudará mucho tener algún amigo que ya haya alcanzado la libertad financiera o que esté en el camino. Porque podrás compartir con él muchas cosas que te será difícil con otras personas.
Si no conoces a nadie en tu entorno, puedes intentar conocer personas a través de foros, meetups, grupos de Facebook o blogs.
Con las personas que ya te rodean haría dos grupos, aquellos en los que merece la pena invertir tu tiempo y todos los demás.
A los del segundo grupo, los dejaría ir sin remordimientos si es lo que observas que desean. A los del primero, intentaría explicarles con calma de qué va el asunto.
Para las personas que sean nuevas en tu vida, el abanico de posibilidades es muy grande. Dependiendo de la naturaleza de la relación, puede ser aconsejable intentar evitar el tema o sacarlo a la palestra desde el primer momento.
Conclusiones
Como ves no todo iban a ser ventajas. Habrá algunos problemas con los que tendrás que lidiar cuando alcances la libertad financiera.
Pero, aun así, sigue mereciendo la pena pasar por el proceso. Te lo garantizo.
Como norma general, es recomendable que intentes mimetizarte con tu entorno y pases lo más desapercibido posible.
Cuando tenga sentido explicar tu estilo de vida, ayudará mucho tener las cosas muy claras y que tus actos estén alineados con tus palabras.
De no ser así, los problemas que te he comentado se acentuarán todavía más.
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Foto de portada: Tomé la foto de portada viajando por Filipinas. No lo han hecho a propósito, el terreno ha cedido y la casa ha volcado 90º… 😱. Eso si es un problema! O una oportunidad de remodelación 🤔
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