Cuando me preguntan qué es lo primero que tiene que hacer alguien que quiere conseguir la libertad financiera o mejorar sus finanzas personales, mi respuesta es clara, empezar a medirlas.
Yo mismo he vivido el poder transformador que puede llegar a tener el hecho de representar con datos el estado y la evolución de mis finanzas.
Fue un punto de inflexión en mi vida y también lo ha sido en la de mucha más gente.
Sin ir más lejos, en una de las últimas quedas online, uno de los asistentes nos comentó que en tan solo unos meses desde que él y su pareja comenzaron a medir y tomar conciencia de sus gastos, su ahorro se había incrementado desde casi el 0% hasta el 37%. Sin perder calidad de vida, solo recortando gastos que se habían ido colando ahí por inercia. (Igual te suena a técnica de marketing, pero te aseguro que es real, tengo testigos 😉)
Es precisamente a esto a lo que me refiero cuando hago mención a la frugalidad abundante. Y la herramienta para llegar hasta ahí es MEDIR.
El efecto de medir tus finanzas personales no solo es positivo en los gastos, también lo será para los ingresos y las inversiones.
Déjame explicarte cómo me afectó personalmente medir mis finanzas personales y cómo puedes implementar tu propio sistema para que también te beneficies de este hábito.
Índice de contenidos
Por qué empecé a medir mis finanzas personales
Yo solía administrar mis finanzas personales con la misma herramienta que usa la gran mayoría, el ojímetro. 👀
Tenía un par de cuentas bancarias y la única fuente de ingresos era mi nómina. Las cantidades eran pequeñas, así que el gasto era fácil de controlar. Si me pasaba, se vaciaba la cuenta. ¡Simple!
Esta es la realidad para la mayoría de la gente. Pero cuando las cosas te empiezan a ir un poco mejor ya no se puede retrasar más el cambio de chip.
Debes evitar que los gastos actúen como los gases y se expandan hasta ocupar todo el espacio (económico) disponible. Clic para tuitearPasé varios años con unos buenos ingresos pero sin prestarle mucha atención al dinero que comenzaba a acumularse. Llámame ignorante, pero tampoco tenía muy claro que lo que generase mi dinero pudiese suponer una diferencia notable para mi vida.
Abrí algún depósito, pero mis finanzas estaban lejos de estar optimizadas. Estaba subestimando el poder del dinero y del interés compuesto.
Lo mismo pasaba con los gastos. No gastaba mucho, o eso pensaba yo, porque lo medía a ojímetro. Contabilizaba los gastos regulares y los demás los adivinaba más o menos, gasolina, compras, comida, etc etc. Pero la realidad es que no tenía ni idea de cuánto gastaba de promedio a lo largo del año. ¿Te suena?
Todo cambió cuando leí el libro La bolsa o la vida. Este libro me empujó a hacer una revisión minuciosa de mi patrimonio, ingresos, gastos y a llevar un control regular sobre ellos.
Ahí se hizo patente la baja optimización que estaba haciendo de los recursos a mi alcance y, como un buen optimizador que soy, eso me dolió. Pasó de ser algo que «me daba igual», porque gastaba menos de lo que ingresaba, a ser algo incómodo y que tenía que poner en orden.
El resto es historia.
La gamificación de tus finanzas personales
No sé si gamificación es el término más adecuado, pero el caso es que registrar regularmente el estado de algo te llevará a crear gráficos, los gráficos mostrarán tendencias y, bueno, empezarás a «picarte» contigo mismo.
Al medir y tener datos concretos podrás comenzar a establecer metas. Por ejemplo, incrementar tu ahorro en un 15% o alcanzar un 25% de tu sueldo mediante ingresos pasivos.
Una subida de sueldo o las fuentes de ingresos paralelas ahora sumarán al mix de los ingresos y podrás ver cómo esa línea se separa un poco más de la de los gastos. Esa compra compulsiva tendrá un punto más en contra, no fastidiar la tendencia que venías mejorando desde hacía meses.
También te permitirá marcarte objetivos a largo plazo. Una vez tienes los datos es inevitable hacer progresiones y cálculos, empezar a soñar con el momento en el que la línea de los ingresos pasivos se cruzará con la de los gastos.
No hay nada más potente para conseguir una meta que tenerla bien definida y que el progreso sea medible. Es como un juego, pero en la vida real.
Además, tu situación económica pasará de ser algo que solo se puede demostrar con tu nivel de consumo, a ser algo que puedes expresar con datos. Aunque sea en privado, eso empezará a servir como una validación de tu situación financiera y dejará de ser necesario demostrártelo y demostrarlo mediante símbolos de riqueza y consumo.
Herramientas para medir tus finanzas personales
Cuando empecé a llevar el control de mis finanzas personales me planteé la cuestión de qué herramienta utilizar. Arranqué con Excel, pero sabía que también hay servicios en Internet y apps que teóricamente podrían hacer ese trabajo más sencillo y hasta automático.
Exploré varias de esas opciones, pero ninguna no me convenció por varios motivos.
Este tipo de soluciones suele funcionar bien para economías personales muy simples, que no usan muchos bancos y que tienen ingresos y gastos muy estandar, usan la tarjeta para todo, etc. En cuanto necesitas usar bancos de varios países o brokers, ya tienes que empezar a introducir datos manualmente.
Es decir, si solo tienes una nómina, todo tu dinero en el mismo banco y utilizas tu tarjeta para hacer todos los gastos, quizás esto te funcione, si no, probablemente tendrás que llevar dos contabilidades paralelas.
En cualquier caso, aunque lo hiciesen realmente bien, la esperanza de vida de muchos de los servicios de internet no es la que necesitas. ¿Esa app seguirá existiendo y teniendo tus datos a buen recaudo dentro de 20 años? ¿Habrá comenzado a cobrarte por ello aprovechando que tiene tus datos secuestrados? No lo sabes, pero sí sabes que tú los necesitarás, así que es mejor que estén en tu poder desde el primer momento.
Por eso, aunque puede ser un poco más trabajoso al principio, creo que lo mejor es que uses tu propio medio y seas el guardián de tus datos. Mi recomendación es una hoja de excel en local, sincronizada con algún sistema de almacenamiento en la nube seguro. Te recomiendo Dropbox. (500MB extra para ti y para mi si te registras con este link).
Otra opción que suele gustar a muchísima gente es Google spreadsheets, más que nada porque ya está en la nube y porque permite integraciones fáciles con Google finance, utilizar datos en tiempo real de cotizaciones, etc.
Aún así, si quieres probar con alguna de las apps de gestión de finanzas personales, algunas de las más populares son:
Confieso que hice mis pinitos en su dia con otras, pero estas no las he usado.
Qué datos deberías medir
1) Tu patrimonio
El primer paso es conocer cuál es tu patrimonio total actual.
Sí, sé que da pereza, que ya sabes más o menos lo que tienes. Si es así, mucho mejor, te resultará más fácil hacer la lista. Y te aseguro que aparecerán algunas sorpresas. 🧐
Utiliza la herramienta que hayas elegido: Excel, Google Spreadsheets o la app que tengas si te lo permite.
Comienza a anotar y la estructura y secciones surgirán de forma natural: cuenta, broker, bien, valoración actual, valor en divisa, valor en euros, comentarios, sumatorio, etc.
Te podría dar mi plantilla de excel, pero no te serviría de mucho. Por algún extraño motivo, los que estamos en este mundillo logramos sinergias en la mayoría de cosas, pero es imposible consolidar una hoja de cálculo para el seguimiento de nuestras finanzas que nos sirva a todos. Así que no trates de luchar contra las fuerzas de la naturaleza, resignate y crea la tuya propia.
A la hora de generar esta hoja de patrimonio tienes que incluir todo tipo de posesiones: Cuentas bancarias, dinero en efectivo, deudas (a favor y en contra) inmuebles, joyas, vehículos, ropa, electrónica, etc, cuanto más exhaustiva mejor. (dentro de lo razonable 😅).
¿Te da pereza contar cuántos zapatos o gadgets tienes? Puede ser una pista de que tienes más de los que necesitas ¿no? Este ejercicio te puede enseñar muchas cosas sobre ti mismo, no lo subestimes.
Puede que te lleve varias tardes, pero merecerá la pena. Por fin sabrás donde te encuentras exactamente en cuanto a posesiones. Y quizás empieces ya a intuir cómo puedes ir trasvasando valor de unas categorías a otras.
Una vez completado, actualízalo cada mes. Ahora ya sólo tendrás que estar pendiente de lo que ha entrado o salido, será mucho más fácil y rápido.
2) Tus ingresos
Medir los ingresos es la parte más fácil y satisfactoria del proceso. Por desgracia, las fuentes de ingresos suelen estar bastante acotadas. Puede que sea solo la nómina. Si tienes algún depósito, cuenta remunerada, acciones que reparten dividendo, esas serán tus otras fuentes de ingresos.
Crea una columna por fuente de ingresos y cada mes anota cuánto ha entrado en ese concepto. Agrupa por un lado los rendimientos del trabajo y por otro los ingresos pasivos (intereses, dividendos,…).
Toma nota también de cualquier ingreso extraordinario, premio, regalo, donación, etc.
Repítelo cada més, manteniendo el histórico de los ingresos de meses anteriores para poder ver la evolución.
3) Tus gastos
Para este cometido he identificado dos sistemas que te explico a continuación.
A día de hoy utilizo ambos en paralelo, pero reconozco que durante años use solo «la cuenta de vieja». 😁
Sistema directo (Apps de gastos)
Consiste en anotar todos y cada uno de los gastos que vayas generando.
Para esto, lo más cómodo es una app para el móvil. Hay miles, para todos los gustos y colores, algunas muy potentes, pero yo te aconsejo aquella que cumpla con lo necesario de la forma más simple posible.
Con poder poner el valor del gasto, categoría y fecha es suficiente. No quieres tener que introducir más datos, porque al final te cansarás y no lo harás.
Por el lado de la representación de datos no hay límite, cuanta más información y más cláramente la represente mejor. Esto de ayudará a analizar los datos y mejorar.
Sé que este método tiene algunas barreras de entrada.
Primero está la creencia de que es muy tedioso estar todo el rato pendiente de apuntar cada gasto. Es cierto que al principio se te pueden olvidar algunos, pero se vuelve rutinario muy rápido y a partir de ahí no supone ningún esfuerzo. Dale una semana o dos y verás cómo se vuelve casi una adicción.
La otra es el «qué dirán». A algunas personas le sorprenderá que anotes tus gastos, puede parecer de «pobres» o «rácanos» anotar cada gasto, incluso los pequeños. Aquí lo único que te puedo decir es que sí, hay algunas personas que pensarán eso, pero tienes que estar por encima de sus juícios. Tú estás mejorando tu economía, y para hacerlo tienes que saber cuánto gastas y en qué. Eso no quiere decir que te estés privando de nada importante ni que seas un «rata». Simplemente eres organizado y te gusta saber a dónde va tu dinero.
Te recomiendo dos apps de gastos. La que yo llevo usando unos años Gestor de gastos, y la que ha creado mi amigo Ángel Ros, Financease. De la que ya te habló en este post.
Sistema indirecto (La cuenta de la vieja 👵)
No te aconsejo que utilices únicamente este sistema, si vas a elegir solo uno, es mejor el anterior.
Pero, si anotar todos los gastos es superior a tus fuerzas, al menos empieza a hacerlo de esta manera hasta que tomes ritmo y motivación.
Usar ambos sistemas al mismo tiempo es lo ideal.
¿En que consiste? Es muy facil. Como cada més ya mides tu patrimonio actual y también tus ingresos, conocer los gastos del mes es tan fácil como hacer esta simple operación:
Ahorro = Patrimonio actual - Patrimonio mes anterior
Gastos del mes = Ingresos del mes - Ahorro
Un ejemplo. El més pasado tenías 100.000€ de patrimonio total, este més tienes 101.000€ y además sabes que has tenido ingresos por valor de 2.000€.
Ahorro = 101.000€ - 100.000€ = 1.000€
Gastos del mes = 2.000€ - 1.000€ = 1k€
Lo mejor que tiene el sistema indirecto es que es implacable. Se te puede olvidar anotar algún gasto en la app, pero haciendo «la cuenta de la vieja» sale todo, aunque no sepas muy bien por donde se ha ido el dinero. 😵
Por eso, llevar ambos sistemas al mismo tiempo es interesante, porque se complementan, el directo te dice el detalle de los gastos, el indirecto el montante total, cuando no cuadran sabes que hay fallo por algún lado.
3) Tus inversiones
Una vez comiences a invertir, es de vital importancia que lleves el control sobre dónde está el dinero y que rendimiento está proporcionando.
Algunos tipos de inversión requieren más trabajo que otros para tener esto controlado.
Por ejemplo, yo he invertido hasta ahora seleccionando acciones individuales, por tanto, para cada valor debo conocer el dato sobre el sector, la industria, divisa, país, precio compra y actual, etc. Cuantos más datos controle mejor. Pero como puedes imaginar, lleva algo de tiempo organizarlo todo bien. Una vez creado el sistema no es difícil mantenerlo actualizado.
En una cartera de dividendos, como la mía, es interesante llevar un calendario con el pago de dividendos de cada una de las empresas, anotando cada més las cantidades recibidas, impuestos pagados y valor en tu divisa base para saber cuál ha sido tu «sueldo» ese més.
Inversiones más pasivas, tipo Bogle, cartera permanente, robo advisors, etc, serán más fáciles de seguir. Pero también será muy importante que lo hagas regularmente, para realizar los rebalanceos cuando corresponda o al menos saber cómo están evolucionando.
Es de vital importancia anotar todas y cada una de las operaciones de bolsa que realices, todas. Ese histórico te será muy muy útil en el futuro.
Tras algunos años cambiarás de broker o tendrás varios, el que tienes almacenará tus datos solo un número de años determinado, pero tú puedes necesitar esa información por motivos fiscales dentro de mucho más tiempo.
Además de eso, será interesante mantener tu histórico de operaciones a modo de curiosidad y para poder hacer métricas. Llevar ese registro desde el primer día te dará muchas alegrías.
Visualizar mediante gráficos
Una vez que hayas hecho el ejercicio de medir patrimonio, ingresos, gastos, inversiones y todo lo que se te haya puesto por delante, toca pasar a la parte jugosa, representar los datos de forma visual. ¿A quién no le gusta ver los diagramas de quesitos y las líneas que suben y bajan? Seámos sinceros, solo invertimos por ese motivo ¡ tener nuestro gráfico ! 📈
Para el patrimonio total, te recomiendo ir anotando més a més la cantidad y terminar haciendo una gráfica. si quieres diferenciarlo por tipo de activo mejor que mejor.
Si tienes patrimonio en diferentes divisas puede que quieras ver la evolución con y sin efecto divisa. De ser así, puedes fijar un tipo de cambio de referencia para las divisas diferentes a aquella que consideras tu divisas base y valorar cada més con respecto a ese tipo de cambio.
A la par, y esto es importante, también debes llevar otro control del patrimonio con un tipo de cambio de divisa actual, para así saber en todo momento cuánto tienes, y no pensarte que puedes obviar el efecto divisa en tus inversiones.
Para los ingresos, además de hacer gráficas de los ingresos totales, también deberías hacer gráficas de los subtipos, al menos de los ingresos que son pasivos. Esta línea es la más importante si tu objetivo es la libertad financiera. En estos gráficos te aconsejo que también incluyas una media móvil, puede ser de 12 meses para ingresos como dividendos y depósitos bancarios (si los sueles hacer de un año). Pero si incluyes ganancias de capital (que suelen ser más irregulares) o depósitos de plazos más largos, deberías ampliar el rango de la media móvil para que te de una información más promediada. (Quizás 36 meses o incluso más).
En cuanto a los gastos, la media movil es indispensable, pero en este caso, sí que debería ser casi 100% de 12 meses, ya que en un año se suele completar el ciclo para la inmensa mayoría de los gastos que no son diarios o mensuales, tipo seguros y demás.
Las inversiones requerirán un trabajo normalmente mayor. La miríada de gráficos que puedes construir es casi infinita. Aunque también dependerá mucho de la estrategia inversora que hayas escogido. Al principio puede dar un poco de trabajo crearlos, pero es muy gratificante y aporta una información muy valiosa de cara a saber donde estás y tomar (o no) decisiones.
Yo tengo unos cuantos gráficos sobre mi cartera, algunos de ellos los he publicado en la sección de mis finanzas por si quieres echarles un vistazo.
No hacerse trampas al solitario.
Este es un apunte muy importante. No te hagas trampas al solitario. Es natural una tendencia hacia intentar modelar los datos de forma que te digan lo que quieres oír (tus inversiones van bien, tus gastos bajan, tus ingresos suben).
Esta tendencia se hace especialmente fuerte con las inversiones. Porque es complejo y doloroso ver que estás perdiendo dinero o que no estás ganando tanto como otros o tanto como podrías ganar.
Puede que empieces a contabilizar dividendos que no son dividendos, a no tener en cuenta un cambio de divisa que va en tu contra, a excluir alguna mala inversión porque «si no fuera por telef… ganarías nosecuanto», etc etc.
A la bolsa se puede entrar con soberbia y salir con pérdidas o entrar con humildad y perdurar. Clic para tuitearYo he cometido algunos de estos errores, y sé cómo de difícil es ser sincero con uno mismo, pero es indispensable que lo seas, aunque duela, para tomar buenas decisiones tienes que trabajar con buenos datos, aunque te digan que tu situación o tu gestión han sido desastrosas. Cuanto antes lo sepas y lo aceptes, antes te podrás poner a trabajar para invertir la tendencia.
Analizar los datos.
Llegó el momento de la verdad, ponerte a analizar y sacar conclusiones sobre los buenos datos que has conseguido recabar.
Y también de hacerse las preguntas adecuadas:
- ¿Estás consiguiendo ahorrar lo suficiente?
- ¿Todo tu dinero está trabajando?
- ¿Estás satisfecho con la distribución de tus activos, paises, divisas,sectores, brokers…?
- ¿Están creciendo tus ingresos pasivos?
- ¿Está creciendo tu patrimonio?
- ¿Qué porcentaje de tus gastos cubres con tus ingresos pasivos?
Aquí también entran los planes estratégicos de futuro, las progresiones de ingresos pasivos, el 4% y todo lo que se te pueda ocurrir. No está mal calcular escenarios futuros y diferentes situaciones, te pondrá en contexto y te ayudará a marcar el rumbo.
Es bueno soñar un poco e ilusionarse con el proyecto, pero el excel lo aguanta todo, eso ya lo sabes, tampoco te olvides de ello.
El futuro es impredecible. Si piensas que vas a estar en el mismo trabajo, con la misma pareja, en la misma ciudad y con la misma salud dentro de 20 años, probablemente te equivoques.
En cualquier caso, lo más importante es que mantengas tu hábito de medir tus finanzas y sepas dónde estás en cada momento, tu situación de vida cambiará, pero siempre tendrás ese faro financiero encendido y podrás modificar tu rumbo y tomar acciones con anticipación cuantas veces tu vida de algún giro.
Conclusión
Puede que cambie de estrategia de inversión, de país, que vuelva a trabajar, que me haga monje o cualquier otra cosa que se te pueda ocurrir, pero lo que creo que nunca dejaré de hacer es medir mi finanzas con regularidad.
No concibo estar a ciegas en este aspecto, y creo que es una temeridad estarlo.
De nuevo hago alusión a esta cita, que me encanta.
«Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.«
William Thomson Kelvin
Ya definimos la Independencia Financiera en este post.
El siguiente paso es medir.
Mide saber donde te encuentras, para trazar un plan, para poder cambiar el plan.
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Foto de portada: Tomé esta foto en Greenwich (UK), justo encima del meridiano 0. Si hablamos de mediciones, creo que este es un lugar bastante representativo.
Comentarios: Ahora es tu turno. Cuéntanos cómo mides tú tus finanzas personales. ¿Has notado los cambios desde que lo haces? ¿Aún no has empezado?
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